El escaparatismo es un arte, un mundo donde es posible utilizar diferentes técnicas para realzar nuestro producto, una ventana que nos ayuda a trasmitir emociones. Esta “ventana”, el escaparate, debe reflejar sensaciones que sean apreciadas por el cliente.
Podemos trabajar a través de composiciones temáticas o dependiendo de las diferentes épocas del año.
Según la estación en la que nos encontremos, seremos capaces de transmitir diferentes emociones a través del escaparate. En definitiva, se trata de despertar una gran variedad de estados de ánimo en el cliente, a la vez que le invitamos a comprar nuestro producto. Para conseguirlo, jugaremos con colores, formas, luces, simetría, asimetría, etc.
¿Cómo componer nuestro escaparate?
La paleta de colores del otoño sugiere calidez y melancolía, tonalidades marrones, ocres, naranjas y amarillas. Es ideal utilizar luces cálidas y, como atrezzo, podemos emplear infinidad de elementos que nos ofrece la propia naturaleza: hojas, troncos, ramas, etc.
En invierno, aprovechando la magia de la Navidad, se pueden componer escaparates temáticos, y al mismo tiempo elegantes, recurriendo a tonos fríos y sutiles.
La temporada primavera-verano trasmite alegría y frescura, algo que invita a jugar con los distintos colores. En esta época, la decoración con tonos vivos, que creen una explosión cromática, ayudará a potenciar las ventas.
Gracias a nuestros cursos de escaparatismo, serás capaz de transmitir y de potenciar tu producto, aplicándole pinceladas con tu estilo personal.
Puedes empezar con el curso “Escaparatismo Comercial y Visual Merchandising I” y continuar con “Escaparatismo Comercial y Visual Merchandising II”. Con los conocimientos que adquieras, seguro que dejarás a tus clientes con la boca abierta.
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