El verano no sería una época especialmente propicia o apetecible para empezar cualquier formación, incluyendo el inglés. ¿Quién prefiere estudiar las normas gramaticales a estar en un chiringuito disfrutando del sol y de la playa?
Sé que es una misión (casi) imposible, lo sé, pero el verano es una buena época para empezar a afrontar nuevos objetivos de cara a septiembre. Muchos se animarán a darle un empujón al inglés, pero buscarán muchas excusas para no empezar. OK, lo reconozco, todos lo hemos hecho alguna vez. Pero, ¿por qué estoy yo aquí si no es para intentar desmitificar esos típicos estereotipos universalmente utilizados? Vamos a ello:
- No tengo tiempo para estudiar inglés. FALSO. Estudiar inglés no implica permanecer delante de un ordenador o de un libro durante horas. Una de las claves para aprender un idioma no es la cantidad, sino la constancia. Créeme que, practicar 20 minutos al día permanentemente, es mucho más eficaz que hincar los codos 5 horas diarias durante 3 meses, después dejarlo y acabar “quemado” del todo. ¡Date un respiro!
- Soy demasiado viejo para ponerme a ello. Absolutamente FALSO. Es cierto que ya no tenemos esa capacidad de absorber conocimientos como esponjas (¡quién pudiera ser niño otra vez!), pero la edad no puede ser ninguna excusa. No hay un límite de edad para aprender y practicar un idioma. Con determinación, constancia y motivación, un hombre de 40 años, una mujer de 50 o, incluso, un grupo de jubilados pueden llegar a ser capaces de dominar, comunicar y entender el inglés partiendo de cero (y doy fe de ello).
- Aprender inglés es muy caro. Meeec… ¡ERROR! Es verdad que, por lo general, aprender demanda una inversión a modo de clases y tutorización, pero tienes muchas otras alternativas a coste cero. Conversaciones con gente aprendiendo por Skype, escuchar podcasts o vídeos por Youtube, e incluso apps para tu móvil o tablet como DUOLINGO, son opciones que te harán repasar y fortalecer tu inglés for free.
- Aprender inglés es muy aburrido. Adivina… ¡FALSO! No tenemos que pensar siempre que “aprender = aburrimiento”. Hay muchas maneras de aprender y pasarlo bien. ¿Ejemplos? Podemos ver series o películas en versión original, traducir esa canción que nos fascina al inglés o, por qué no, conocer gente de otras partes del mundo. Además, existen muchos cursos muy amenos y dinámicos, que rompen con la idea cuadrada de leer y escribir. Cursos como el My Oxford English que te proponemos aquí, en Penta Learning, harán que te nazca ese “gusanillo” de aprender más.
Estos son algunos ejemplos, pero el tema podría dar para una segunda parte, os lo garantizo. Como coach de inglés con experiencia en clases online y presenciales, os puedo asegurar que no valen excusas, ni por el tiempo, ni por la edad o por el dinero. ¿Que cuál es la clave? Os lo resumo en una palabra: MOTIVACIÓN. Creedme si os digo que un alumno motivado puede con todo y con todos. Por eso, os propongo un reto (evitemos la palabra “deberes”): encontrad esa motivación, sea personal o profesional, y luchad por ella. Si dejáis que os guíe, aprender inglés (o cualquier otro tema que os propongáis), os resultará mucho más sencillo de lo que os creéis. Hacedme caso y probadlo. No hay nada que perder y mucho que ganar. ¡A por ello!
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