Con la primavera, además del buen tiempo, vienen problemas relacionados con los alérgenos. Hay sustancias que son inocuas y a la mayoría de personas no les afecta, pero que en algunos cuerpos del sistema inmunitario despiertan las alarmas y sufren una serie de reacciones. A partir de este momento, se inflaman las mucosas y la piel se irrita.
La alergia al polen es una de las más comunes, al igual que la de los ácaros o pelos de animales. Todas ellas están presentes en estas épocas del año, con síntomas tan conocidos como los estornudos, los ojos llorosos, la tos y los picores. Tenemos que ser conscientes que cualquier persona puede ser alérgica en mayor o menor medida, no nacemos con alergia, sino que el cuerpo va segregando una serie de anticuerpos que reaccionan y liberan unos mediadores pro-inflamatorios que hacen que tengamos síntomas de las enfermedades alérgicas que puede desencadenar en asma alérgica. Es cierto que hay una predisposición genética en las personas donde sus familiares tienen alteraciones alérgicas, no se trasmiten de padres a hijos. Lo importante es hacerse las pruebas cutáneas lo antes posible, ya que se atenúan los posibles daños y trastornos que se pueden convertir en un problema respiratorio crónico.
Existen asociaciones que asesoran a los enfermos y a sus familiares sobre la educación de este tipo de problemas informando de las precauciones que hay que tomar para no estar expuesto a posibles amenazas:
- adecuar tu casa
- medidas de higiene
- evitar las mascotas
- información alimentaria
Pero no sólo en la primavera corremos el riesgo de padecer una alergia, ya que se puede desarrollar en nuestro organismo una alergia alimentaria, que puede que se manifieste en una edad temprana o llegando a la madurez. Dependiendo de la gravedad de la reacción la clasificación de estas podemos decir que se tratan de:
- leves o moderadas
- graves
En las graves es donde tendremos que potenciar nuestra atención, porque son situaciones que pueden generar dificultad respiratoria, hipotensión y palpitaciones entre otros, incluso llegar al shock anafiláctico (reacción inmunitaria con consecuencias graves, bajada de tensión, arritmia hasta el desfallecimiento y potencialmente la muerte). En estos casos, y si el paciente esta diagnosticado, tiene que llevar consigo un auto-inyector de adrenalina para frenar los síntomas.
Gracias a nuestro curso de Gestión de alérgenos estarás informado de las alergias e intolerancias alimentarias y las diferentes características que hay que tener en cuenta en diferentes situaciones. Es importante saber diferenciar entre los alimentos más proclives a darnos problemas, como son las proteínas de la leche de vaca, pescados, huevos, legumbres, frutos secos, el marisco entre otros. Es muy importante en el mundo de la estar al día sobre dicha problemática, saber detectar la presencia de alérgenos indeseados… en definitiva, estar actualizado de las normativas que se están introduciendo en este campo.
¿Como reaccionar ante un Shock Anafiláctico?
Un shock anafiláctico es una reacción de nuestro sistema inmunitario que se manifiesta ante una sustancia segregando Histamina para combatirlo, pero puede ser incapaz de realizar dicho proceso y las consecuencias pueden ser muy graves
Por eso, te enseñamos unas instrucciones que tienes saber para saber como reaccionar ante esta posible situación. Es importante diagnosticar que se está produciendo y sobretodo mantener la calma y a su vez saber calmar a la persona afectada, tan pronto como se pueda, realizar una llamada a los servicios médicos que se personen lo antes posible, mientras disponemos a la persona afectada en la posición antishock (acostada boca arriba y con las piernas un poco elevadas a unos 35cm y la cabeza de lado para evitar un posible ahogamiento). Es preferible quitar todos los accesorios como anillos, pulseras, relojes… así como aflojar la ropa para que pueda respirar mejor, ya que una reacción muy normal en una reacción alérgica es que el cuerpo se hinche.
Es recomendable tapar al paciente, independientemente de la estación del año, para que no pierda el calor corporal y si fuese necesario y si los servicios de emergencia no han llegado, practicar los primeros auxilios en el caso que estés capacitado, ya que es una emergencia médica y no se puede tomar como un evento casual. Con un curso de nuestra sección de Cursos de Prevención de Riesgos Laborales podrás reaccionar a este tipo de situaciones sin dudar y desenvolverte para poder ayudar a personas que lo necesiten.