Es muy probable que, muchas personas, al pensar que tienen que empezar a estudiar, les aparezca, una sensación de pereza y de aburrimiento que se aproxima poco a poco. “Sí, tengo que hacerlo porque me beneficiará en un futuro” o “¡Venga!, sólo es una época de sufrimiento para luego obtener sus frutos en un futuro más o menos lejano”. Son únicamente dos ejemplos de cómo muchos de vosotros y, por qué no decirlo, de nosotros, reaccionamos.
¿Es ese el camino? ¿Es la manera de aprender algo de gran utilidad para tu progreso personal y profesional? Obviamente, no. Como cantaban los Monty Python, Always look on the bright side of life (“Mira siempre el lado brillante de la vida”). Anteriormente, en otros post, ya hicimos hincapié en la importancia de la motivación para que un aprendizaje, como por ejemplo el inglés, sea productivo y real. Cuando este aprendizaje se realiza en momentos de ocio, con temas de interés personal, es mucho más eficaz y la mente lo asimila mucho mejor.
Hay que evitar de una vez por todas relacionar el término “aprendizaje” con “aburrimiento”. Esa idea mitificada de “empollar” conceptos para luego “vomitarlos” en un examen forma parte del pasado. No es ni productivo ni atractivo para nadie en absoluto. En definitiva, se trata de aprendizajes artificiales e improductivos. Vamos a darle la vuelta a la tortilla.
¿Y cómo hacerlo? Disponemos de multitud de opciones para integrar el inglés en la vida diaria y al alcance de tu mano. Desde cambiar el idioma del castellano al inglés en las redes sociales, el móvil o el ordenador (créeme que, en poco tiempo, te acostumbrarás a manejarlo sin problemas y, sin darte cuenta, aprenderás mucho vocabulario nuevo) hasta escuchar canciones, leer noticias o artículos por internet (informarse de la actualidad internacional consultando la BBC o el Times siempre es interesante), pasando por intentar averiguar de qué trata esa canción que siempre tarareas, pero que no sabes qué dice. Como puedes observar, la idea es introducir el inglés poco a poco en la vida diaria y dejar de percibirlo como ese “bicho raro” que todo el mundo trata de evitar.
Pero todos estos nuevos hábitos tienen que ser un complemento a un estudio más enfocado a aprender inglés desde la base hasta el tejado. En Penta Learning, estamos muy mentalizados en ofrecer al alumno herramientas útiles y dinámicas. Por eso, tenemos muy clara la filosofía de que un curso tradicional y teórico resulta ya obsoleto. Gracias a la plataforma My Oxford, comprobarás que estudiar no es sinónimo de pasarlo mal. Intentamos hacer de esta fase un período para enriquecer a los alumnos personal y profesionalmente y, al mismo tiempo, disfrutando de ello.
¿De qué manera? Pues aprendiendo inglés con actividades prácticas y dinámicas, donde la teoría es esencial, pero igual o más lo es la parte práctica, con ejercicios de listening y speaking que permiten utilizar el inglés en situaciones reales. Con Penta Learning no sólo disfrutarás con los frutos de tu esfuerzo, sino que, lo que es más importante, lo harás durante ese proceso. Danos la oportunidad de guiarte a ese bright side of life de los Monty Python. No tienes nada que perder y mucho que ganar.
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